Latinoamérica celebra por doquier la llegada de Puerto Rico al medallero de los Juegos Olímpicos de Tokio. Tenis de mesa no fue la mejor opción para ello y de ahí se comenzó a buscar al candidato o candidata más cercana a una medalla. Afortunadamente, esa no tardo tanto y el pueblo boricua tiene por deberle a su vallista Jasmine Camacho-Quinn.

Al paso de los años, Camacho-Quinn ha sufrido contra las personas que buscan quitarle sentimiento de pertenencia a La Isla y año tras año ha buscado comprobarles lo contrario. Prueba tras prueba se ha superado bajando sus tiempos personales en los 100 metros vallas, pero ninguna había sido suficiente para encontentar a los detenidos en el tiempo y su frustración era clara cuando en sus redes sociales compartió: “Si de verdad quisiera ser parte del equipo de Estados Unidos, créanme, me aseguraría de estar ahí. Yo no quiero estar ahí. Amo correr por Puerto Rico”.

Y si clasificar a las semifinales con récord olímpico no era suficiente, en la semifinal ondearía la bandera de su querida nación para callar la boca de todas esas personas que no confiaron en ella. En cuanto se dio el disparo de salida, desde el quinto carril se pudo apreciar con una bala se movía por la pista y ésta poco a poco fue dejando en el camino a sus rivales hasta que en la recta final no quedaba duda de que el oro lo llevaría de vuelta a casa.

Con tiempo de 12.37, más de 3 segundos menos que lo que dejó en su comienzo en 2011, Camacho-Quinn no tuvo contendiente y cruzó la línea con la bandera en su pecho y luego sobre su cabeza, lo cual significó poner el nombre de Puerto Rico y su himno nacional en la próxima ceremonia de premiación. Éste fue cercanamente igual de bueno a la marca olímpica mencionada, la cual fue de 12.26 segundos. Si corre, lo hace con amor puro, por su familia y por demostrar que los boricuas están presentes.

¿QUÉ QUEDA POR JUGAR PARA PUERTO RICO EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS?

Después de haber pasado las competiciones de tenis de mesa, golf, vela y otras pruebas de atletismo, a la delegación de Puerto Rico ahora sólo le quedan dos competiciones por a seguir en Tokio. El día lunes jugará la quinteta magnífica de básquetbol ante Australia, mientras que en Rafael Quintero quedan las esperanzas de ir lejos en las pruebas de clavados en plataforma de 10 metros.