AS- Caminos cruzados los que se encontraron en Houston anoche, con unos Rockets en racha de juego y resultados y unos Grizzlies de capa caída que empiezan a dar los primeros síntomas de desinflarse. Veremos si corrigen a tiempo la pérdida, porque su ventaja por el octavo puesto está empezando a esfumarse. Por el contrario, el equipo texano va viento en popa a toda vela desde que decidieron jugárselo a cara o cruz con su sistema de todo jugadores exteriores. Las victorias le están dando la razón por el momento y están empezando a sentirse cómodos en la cuarta plaza, con la vista más puesto en lo que tienen por delante que en lo que llega por detrás.

La gran noticia de estos Rockets es que defienden cada vez mejor. Con una intensidad que les lleva a robar muchos balones, a adelantarse a los pases de los rivales y a pelear por el rebote en condiciones, sin que se haga excesivamente notoria la falta de centímetros. Además, todos parecen estar concienciados de la importancia del trabajo en su mitad de la cancha si quieren ser una opción real en la lucha por el anillo. «Por fin hemos conseguido un buen nivel defensivo y eso va a ser lo que nos dé las victorias. Si queremos llegar al lugar donde queremos llegar es imprescindible que lo hagamos bien en la parte defensiva, y eso es lo que está pasando», explicaba Harden. «La comunicación en defensa está siendo genial y ofensivamente no pueden con nosotros. Creo que somos el mejor equipo en ataque de la Liga y cuando estamos al mismo nivel en defensa nos convertimos en un rival durísimo», opinaba Rivers.

Los dos fueron muy importantes en la victoria. El primero como el mejor de los suplentes con 23 puntos. El segundo alcanzó los 30 (7/12 en triples), que junto a los 33 de Westbrook sumaron 63. Es la segunda noche consecutiva en la que ambos meten 30 o más puntos. El último dúo de los Rockets en hacer algo así fueron Olajuwon y Drexler en diciembre del 95. El base está en un momento de forma espectacular y ya acumula 14 partidos de 30 puntos en lo que va de 2020 (19 en toda la temporada), más que nadie este año. Y otro que ha caído como llovido del cielo en Houston ha sido Robert Covington, que con sus 3 tapones ya enlaza cinco encuentros alcanzando esa cifra. Un jugador que ya es fundamental para los texanos.