Los Dallas Mavericks tienen muchos motivos para sonreír, pero también algunos para preocuparse si quieren consolidar su proyecto con Luka Doncic y Kristaps Porzingis. El curso de los Mavs ha sido muy positivo: se han clasificado por primera vez para los playoffs desde la marcha de Dirk Nowitzki y su ataque ha sido el más eficiente de la historia de la competición.

Lo curioso es que ese ataque de récord –116,8 puntos por cada 100 posesiones– se traduce en uno de los peores en los momentos decisivos de los encuentros apretados. Los Mavericks son el 29º equipo en los partidos resueltos por cinco o menos puntos esta temporada. Es una dicotomía difícil de explicar.

El balance de los Mavs en encuentros resueltos por tres o menos puntos es de 2 victorias y 10 derrotas. Es el peor balance de toda la competición. Dos de estas derrotas han llegado en el inicio de la burbuja NBA en Disney, donde será complicado que los texanos puedan intentar remontar posiciones para evitar a Los Angeles Clippers en su emparejamiento de primera ronda.

Los Mavs son séptimos a tres encuentros de distancia de los Oklahoma City Thunder, y su posición con el octavo no peligra. “Esto no es un esprint. Esto es una maratón”, explicó Kristaps Porzingis tras la derrota contra los Phoenix Suns. “Este tipo de partidos, tenemos que usarlos como combustible para seguir trabajando y seguir mejorando. Es otra derrota complicada para nosotros, pero es parte del proceso”.

En la misma línea, Luka Doncic se exigió un mejor nivel de juego a pesar de que sigue maravillando con sus números noche tras noche. Los Mavericks tienen un problema de intensidad y se dejan llevar en los terceros cuartos, algo que les pasa factura al final del choque. Este curso, Dallas ha perdido 13 partidos que lideraba por dobles dígitos, el peor registro de la competición junto a otros cinco equipos.