Los últimos meses han sido tumultuosos para los Clippers. La eliminación ante los Nuggets supuso una decepción demasiado grande para Steve Ballmer y su billonario proyecto, orientado a crear una cultura tradicionalmente inexistente en el hermano malo de Los Angeles y que sigue brillando por su ausencia actualmente. El mandamás despidió a Doc Rivers, el mejor entrenador que ha tenido el equipo en su larga historia, y ascendió a Tyronn Lue dándole las riendas del equipo. Mientras tanto, las críticas veladas a la falta de liderazgo de Kawhi se hacían cada vez más evidentes, y el malestar con la estrella y con Paul George se hacía público y notorio mientras se la sombra de la duda se cernía sobre una franquicia que hace un año era favorita para ganar el anillo y ahora nada en un mar de dudas.

Ahora bien, parece que Tyronn Lue no está dispuesto a tolerar ciertos comportamientos y está dispuesto a hacerse con las riendas de una química desmadejada y sin cabezas visibles. Lue yaconsiguió recomponer los pedazos del vestuario de los Cavs y convertirles en un equipo ganador que conquistó el campeonato en 2016. Siempre ha tenido fama de llevarse bien con los jugadores y de saber gestionar egos, diciendo las cosas a la cara y ganándose el respeto de las estrellas y del resto de jugadores, precisamente por tratarles por igual. Así es como se hizo con LeBron en Ohio, criticándole duramente delante de sus compañeros y no agachando la cabeza como hacía su antecesor, David Blatt.

Las intenciones de Lue son las mismas en los Clippers, y ya ha avisado de que Leonard y George se tendrán que adaptar a su figura. “Van a tener que ajustarse a mi sistema y a mi programa“, asegura, incidiendo también en que él mismo se tendrá que ajustar a la zona de confort de sus nuevos pupilos. Además, Lue ha incidido en la defensa y ha dicho que la falta de química de la temporada pasada fue principalmente debida a las lesiones. “El liderazgo tiene que ser colectivo“, ha asegurado el técnico, campeón de la NBA en 2016. Un éxito que, de la plantilla, solo ha experimentado Kawhi Leonard.

Será la primera experiencia de Lue en los banquillos de la NBA tras la vivida con los Cavs de LeBron. Lue es un hombre inteligente, que ha ganó dos anillos como jugador en losLakers de Kobe y Shaq (2000 y 2001) y siempre ha sabido sacar lo mejor de los jugadores y apelar a la parte social. Sabe perfectamente que para ganaar necesita restablecer una química herida que en el camino al anillo habrá muchas dificultades que tendrán que superar desde lo colectivo. Lue nunca ha sido un amante de llevar lo táctico al extremo, pero sí un gran comunicador, alguien que lidera con un discurso transversal que llega a sus jugadores y que ahora tendrá que llegar, irremediablemente, a una plantilla herida y una estrella con un halo de misterio tan grande como difícilmente soportable en ocasiones. Lue tendrá que hacerse con la platilla y con Kawhi. El futuro depende de ello.