Mike Tyson sopla las velas, las de los 54 años, con mejor aspecto que nunca desde que colgó los guantes en 2005 tras una derrota contra Kevin McBride. ‘Iron Mike’, el campeón más joven de la historia de los pesos pesados con 20 años, anunció en abril que volvía al ring para realizar una serie de combates benéficos y se puso a las órdenes de Rafael Cordeiro, uno de los preparadores más prestigiosos de la UFC.

El entrenador brasileño bromeó con la intensidad de los ensayos. “Cuando vi pasar su gancho cruzado de derecha, vi que toda mi vida me pasaba por delante. Pensé que iba a morir», describió. “Todos sabemos que el estilo de Mike es de presión. Entrena de la misma forma en la que pelea”, señaló a varios medios.

Lo que no tiene Tyson aún es rival, aunque el morbo apunte a un nuevo cruce con Evander Holyfield, que cumplirá 58 en octubre, y también retorna para hacer exhibiciones para ayudar a jóvenes desfavorecidos con los que trabaja su fundación. Los dos ‘abuelos’ se preparan a tope, como han dejado ver en las redes sociales.

Tyson llega a los 54 años de una vida turbulenta, siempre en el abismo, y su trayectoria vital se puede resumir en estas frases:

LA FILOSOFÍA VITAL DE TYSON

«Todo el mundo tiene un plan hasta que le llega la primera hostia», a un reportero antes de su pelea ante Evander Holyfield.

«Le voy a arrancar el corazón. Soy el mejor de todos los tiempos. Soy el campeón más brutal, cruel y despiadado que haya existido. Nadie puede pararme. ¿Lennox es un conquistador? ¡No! ¡Él no es Alejandro Magno! ¡Yo soy Alejandro Magno! Soy el mejor de la historia. Soy Sonny Liston. Soy Jack Dempsey. No ha habido nadie como yo. No hay nadie que pueda igualarme. Mi estilo es impulsivo, mi defensa es impenetrable y soy feroz. ¡Quiero su corazón! ¡Quiero comerme a sus niños! ¡Alabado sea Alá!», tras ganar a Lou Savarese en el año 2000 para retar a Lennox Lewis.

«Me hice viejo demasiado pronto y listo demasiado tarde», en una entrevista a LA Weekly en 2015.

«Detesté cada minuto de entrenamiento, pero me dije: No renuncies, sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón».

«Mientras perseveramos y resistimos, podemos conseguir todo lo que queremos».

«Todo el mundo sabe lo que hago… Pongo a gente en bolsas para cadáveres»

«No entiendo por qué la gente quiere deshacerse de las palomas. No molestan a nadie», en una columna de opinión en The New York Times en 2011.

«Ya no reacciono a un suceso trágico. Me pasaron muchas cosas malas cuando era niño y algunas personas creen que no me importa nada. Para mí es muy difícil ser emocional».

«Otra cosa que me asusta es el tiempo. Es como un libro. Tienes un principio, un tiempo medio y un final. Es como un ciclo».

«Cuando estaba en la cárcel me refugiaba en los libros. La gente no debería leer esa basura de Tolstoi».

«Creo que Maquiavelo es el escritor más sofisticado después de Shakespeare. Fue un adelantado a su tiempo. Una persona muy manipuladora. Todo lo que logró lo hizo besando el culo».

«No soy la Madre Teresa pero tampoco soy Charles Manson», cuando recuperó su licencia para boxear en 2002.

«Mi gran debilidad es mi sensibilidad. Soy una persona muy sensible», en Twitter en 2018.

«La verdadera libertad es no tener nada. Era más libre cuando no tenía un centavo», en Twitter en octubre de 2018.

«Soy musulmán, pero creo que Jesús tomaría una copa conmigo. Sería guay. Me hablaría».

«Si Jesús estuviera aquí, ¿crees que me mostraría algo de amor? ¿Crees que Jesús me amaría?».

«Cuando Jesús vuelva, estos locos, codiciosos y hombres capitalistas van a matarlo de nuevo».

«Todas mis alabanzas son para Alá. Pelearé con cualquier hombre y cualquier animal. Si Jesús estuviera aquí, también pelearía con él».

«Me encanta golpear a la gente. Me encanta».

«Es interesante que me pongas en la lista de luchadores ilustres, pero he demostrado durante mi carrera que les he superado en popularidad. Soy el mejor luchador de la historia del deporte. Si no me crees, revisa la bolsa de ingresos».

«Soy como tú. También me gustan las frutas prohibidas de la vida», en Twitter.

«Intento golpearles en la punta de la nariz, porque intento poner el hueso en su cerebro».

«Soy un soñador. Tengo que soñar y alcanzar las estrellas y si no cojo una estrella, agarro un puñado de nubes».