El miércoles, la decisión del inicialista venezolano Renato Núñez de permanecer con los Tigres fue recompensada con un regreso al equipo grande, algo que pudo haber llegado en un momento ideal.

Con el ascenso de Núñez desde Triple-A Toledo, el infielder se reintegró a los Felinos justo a tiempo para ser testigo en primera fila para ver a su compatriota, compañero e ídolo de infancia, Miguel Cabrera, buscar llegar a los 500 cuadrangulares en su carrera.

Cabrera sacudió su vuelacercas número 499 el miércoles en el segundo partido de la serie de Detroit en el Camden Yards de Baltimore, estadio donde en su carrera ha sacudido 12 jonrones y lleva slugging de .527 en 39 partidos.

“No tengo palabras para describirlo”, declaró Núñez sobre la posibilidad de estar presente para cuando Cabrera se convierta en el 28vo jugador — y el primer venezolano — en pegar 500 bambinazos. “Como todos lo saben, es mi jugador favorito y el simple hecho de verlo jugar y tener la oportunidad de pegar 500 sería algo especial”.

Núñez, quien firmó con los Felinos como agente libre antes de esta campaña, pudo haber buscado integrarse a otro conjunto cuando fue designado para asignación y luego enviado a Toledo el 21 de abril tras un lento comienzo.

Sin embargo, aceptó su descenso a Triple-A y eventualmente tuvo un repunte, liderando a todos los bateadores de Triple-A Este en remolcadas (64), ocupando el segundo lugar en slugging (.585) y compartiendo el segundo puesto en cuadrangulares (20) antes de la acción del miércoles.

“Decidí quedarme porque me encanta este equipo”, declaró Núñez sobre los Tigres. “Me encanta cómo están haciendo las cosas. Pienso que resultaremos estar en un buen lugar muy pronto”.