Shohei Ohtani recientemente dijo que tuvo “una impresión muy negativa de esta temporada”, una evaluación que no suena nada optimista pero no debería sorprendernos, debido a que sus Angelinos terminaron con marca de 73-98, la octava campaña consecutiva del club californiano sin clasificar para la postemporada. Habría llamado más la atención si el estelar toletero/lanzador hubiera dicho lo contrario.

Normalmente, cuando tienes en tus filas a un jugador de la talla de Ohtani (nada en contra de Mike Trout), hay un solo rumbo: Hacia adelante. Pero no hay nada normal en esta situación, en parte porque el dueño de los Angelinos está explorando una venta del equipo, y en parte porque el contrato de Ohtani ya tiene una cuenta regresiva. Ganará US$30 millones en el 2023 al evitar el arbitraje, y luego se convertirá en agente libre.

Aunque parezca imposible o por lo menos difícil de comprender, el club de Los Ángeles-Anaheim podría contemplar cambiar a Ohtani en esta temporada muerta, consciente de que no sería contendiente con su actual roster y lo que recibiría a cambio sería más de lo que vería en la fecha límite de cambios — e infinitamente mucho mejor que la selección del Draft MLB que recibiría si Ohtani firma con otro club como agente libre tras una oferta calificada.

Vale notar que Ohtani no tiene una cláusula para rechazar cualquier traspaso. No tiene control del equipo al que iría, si es que fuera cambiado. Dicho esto, luce poco probable que un equipo conceda lo que costaría agregarlo si no piensa que pueda retenerlo a largo plazo. Por eso, el desenlace más probable es que siga en Anaheim, pero eso no nos detiene para divertirnos un poco y pensar en cuáles otros uniformes podría vestir Ohtani en el 2023.