Hay relevo próximo en la cúspide del fútbol. La hegemonía de la última década de Cristiano Ronaldo y Leo Messi sigue presente, pero cada vez tienen más fuerza otros nombres que se hacen un hueco entre los que se sientan en el edén del deporte. Solo la continuidad decidirá si se les otorga una silla fija ante los mejores. El camino, de momento, está hecho y aún por recorrer.

Esta semana de ida de los octavos de final de la Champions nos lo ha acabado de confirmar. Kylian Mbappé y Erling Haaland piden su lugar en el trono, quieren ser los nuevos ídolos, los nuevos nombres que todo el mundo canta, los que generan el debate inacabable sobre cuál de los dos es el mejor, sobre cuál se merece el balón de oro de la temporada.

Ambos están encarados, y la meta les queda cerca. La Champions lo puede confirmar, sobre todo si sus predecesores les dejan el espacio para brillar en la presente edición.

Mbappé ya dio el paso más grande. Apabulló y destrozó a un Barça que no supo responder, que no tenía claro por dónde le venían todos los golpes del francés. Ni Piqué lo pudo parar tirando tanto como pudo de su camiseta. Fueron 3, los tres goles del primer hat-trick en el Camp Nou en la ‘Era Messi’. Se dice pronto, pero ejemplifica un patrón, un rebufo que solo el propio bólido decide cuándo acabará. Eso, y las sensaciones. Cada culé tenía el corazón en un puño cada vez que cogía el balón. Con público, hubieran sido los segundos de silencio de un estadio lleno de 98.000 personas. Messi, cabizbajo, lo contempló desde la distancia.

Haaland, por otra parte, sigue a lo suyo y su bólido parece también sin frenos. 18 goles en 13 partidos de la Champions League, máximo anotador esta temporada, e imparable para cualquier defensa, incluso para el muro sevillista liderado por Koundé, otra de las jóvenes revelaciones esta temporada. No tuvo forma de darle el alto al noruego. En el Sánchez Pizjuán, doblete, y sigue rompiendo récords goleadores. Un killer del área, un portento físico de esos que se ven poco. Un jugador de época.

Al mismo tiempo, la Juventus caía por 2 a 1 en Oporto ante un equipo muy sólido que irá a defender a dientes el resultado en Turín. Cristiano y los suyos tendrán que demostrar que el llamado Mr. Champions puede aparecer en ocasiones especiales, y remontar. O eso, o se quedan fuera, y Haaland espera en esta vía.

Lo que está claro es que el Borussia Dortmund y el Paris Saint-Germain tienen a sus estrellas. 20 y 22 años, respectivamente. Unas estrellas que, al mismo tiempo, son las deseadas por todos los grandes. El futuro lo tienen en sus manos.

Sin Messi ni Cristiano, el fútbol no será nunca el mismo. Pero lo dejamos en buenas manos. Dos nuevos elegidos han emergido. El espectáculo está asegurado.