Sea cual sea el contexto, Lionel Messi siempre encuentra una manera para destacarse. Este sábado, con Paris Saint-Germain, no fue la excepción, en un encuentro en el que Troyes le presentó pelea a los líderes de la Ligue 1, pero que el argentino entendió cómo lucirse.

Después de ser la figura frente a Maccabi Haifa, por la UEFA Champions League, entre semana, con doblete de goles y asistencias en el 7-2, el delantero demostró tener energía para más esta jornada: sobresalió con un tanto y un pase-gol claves y perfectos, para que el equipo parisino remonte y logre la victoria 4-3.

Junto a su contribución, el rosarino, de 35 años, se destacó en otros aspectos del juego. En una participación que duró la totalidad del partido, generó tres remates (dos al arco), tuvo un 83% de precisión en pases (63 intentos) y ganó cuatro posesiones, de acuerdo a la estadística brindada por la agencia Opta.

Puntualmente, el hecho de haber convertido y asistido lo repitió por tercera vez consecutiva, luego de iniciar esta racha con Ajaccio (1G 2A), seguirla contra el equipo israelí y ahora contra el ESTAC. Este lapso positivo, entre todas las competiciones, resulta la primera vez que le ocurre, desde diciembre de 2017 a enero 2018 (4 ocasiones e incluída participación con su selección).

Con su anotación, que se dio por un remate impresionante de lejos, el sudamericano llegó a su cuarta conversión desde afuera del área (todos en octubre), lo que lo coloca con el registro más alto en la élite europea, a la par de Federico Valverde (Real Madrid). A su vez, es la tercera vez que coincide festejos con Neymar y Kylian Mbappé, luego de hacer en abril, ante Lorient, y en agosto, contra Lille.

Dentro de su nivel espléndido en la actualidad, Messi se destaca por una cada vez más asentada faceta como armador de juego. Tal es así que, gracias a su asistencia frente a Troyes, llegó a 10 esta temporada, más que cualquier otro en la Ligue 1.

Para llegar a esta cantidad de asistencias en una misma campaña del Top 5 ligas del continente, necesitó apenas de 12 juegos, el menor tiempo en toda su carrera. En las temporadas 2010-11 y 2018-19, con Barcelona, había requerido de 14 encuentros, lo que, hasta ahora, se ubica como el período más corto.

Mientras en PSG se encandilan con el atacante y el deseo por renovar su contrato crece, en Argentina se frotan las manos hacia el Mundial de Qatar 2022. A solo 22 días del inicio del certamen, la Albiceleste cuenta con la chapa de candidato, que aumenta a partir del estado de gracia en el que se encuentra su capitán y estrella, que aspira a cumplir su cuenta pendiente en la Copa del Mundo.