No hubo récord para Lewis Hamilton en el GP de Rusia. Valtteri Bottas ha sido en vencedor, aprovechando una doble sanción (10 segundos) que le impusieron al inglés por una acción previa a la carrera, en concreto por ensayar dos salidas fuera de la zona autorizada por la FIA, media hora antes de la salida de la prueba. Deberá esperar para igualar las 91 victorias de Michael Schumacher, pero es cuestión de tiempo.

Con semejante regalo, Bottas logra la segunda victoria de 2020 (octava de su vida en la F1) y recorta ligeramente en el Mundial para situarse a 44 puntos del hexacampeón. Max Verstappen ha logrado la segunda plaza, con lo que sigue tercero, a 77 puntos de los 205 que atesora Hamilton, que huele a campeón desde hace dos meses.

Carlos Sainz tuvo que abandonar en la primera vuelta, tras perder el control de su MCL35 en los primeros compases y estrellarse, mordiendo el muro, en una carrera en la que Checo Pérez ha sido el mejor de la clase media. El mexicano ha firmado un extraordinario cuarto puesto, por delante de Daniel Ricciardo y Charles Leclerc, salvado del honor de Ferrari con un sexto, cunado Sebastian Vettel no ha pasado del 13º.

McLaren tuvo la suerte en contra, pues Norris tuvo que entrar en boxes en la vuelta 2 y no pudo ser más que decimoquinto final, pese a haber luchado por el décimo en las vueltas finales. Sus neumáticos dejaron basta, dejando a los de Woking con un doloroso ‘rosco’ en Constructores este fin de semana.

En resumen, el Gran Premio de Rusia ha sido el más aburrido peor del año junto con el de Bélgica, algo bastante habitual en la pista que sortea los estadios y pabellones olímpicos de los Juegos de invierno de 2014. Un escenario a eliminar del calendario.