No cabe duda de que los estadounidenses son únicos buscando fórmulas para mejorar la experiencia del espectador y hacer del tenis una parte más del evento. Lo que se le ha ocurrido al Miami Open no es otra cosa que habilitar un teleférico que cruce todas las pistas de entrenamiento para poder ver golpear a los mejores y las mejores tenistas del mundo. Una nueva experiencia que sumar para los fans.