Cuando vuelva el boxeo lo hará sin miramientos. Los grandes combates no tardarán. Esa es la afirmación que repiten muchos expertos. La crisis deportiva derivada del coronavirus hace que las promotoras quieran los pleitos más taquilleros cuanto antes, lo que agita el panorama que teníamos antes de marzo. El peso pesado es una de las categorías más interesantes en la actualidad y el futuro de los dos campeones estaba marcado. Fury (campeón WBC) iba a dar la trilogía a Wilder en julio y Joshua (monarca WBA, IBF y WBO) iba a exponer sus cinturones ante el retador oficial IBF, Kubrat Pulev.

La catarata de cancelaciones debido al COVID-19 aplazó el Fury vs Wilder III a octubre y el Joshua vs Pulev sine díe. Los dos campeones no les queda otra opción. Pues Fury tenía por contrato dar la revancha si ganaba y Joshua podría perder el cinturón IBF. Pese a ello, desde el equipo de Joshua ya se buscan fórmulas para que la siguiente pelea de ambos sea una unificación total de la división. Algo histórico. Hasta el momento, tanto Joshua (quién recibió esta semana el reto de Whyte) como Fury se mantenían tranquilos, pero AJ ha decidido romper el hielo y ha sido claro con su compatriota.

«Ven a pelear conmigo. Si realmente quieres decir que eres el número uno, ven a pelear. Vamos a seguir adelante. Tengo el resto de los cinturones, solo esto tiene sentido. Lo que se demostraría luchado él y yo es que habrá una figura dominante en el pesado y será indiscutible«, apuntó en un encuentro digital. Joshua ha roto la baraja y pide la pelea. Wilder ya ha dicho que no está por la labor de ceder su lugar. Se prevé una negociación larga, pero el acercamiento ya ha comenzado. Joshua quiere ser el único rey.