Messi, al asalto del templo de Diego Maradona

La viuda de Kobe demanda a la compañía de helicópteros
febrero 25, 2020
Para la Mercedes es más peligroso Red Bull que Ferrari
febrero 25, 2020

Messi, al asalto del templo de Diego Maradona

SPORT- Un lobo con piel de cordero. Así se presentó ayer Genaro  Gatusso, lanzando lisonjas al Barça y a Quique Setién, a ver si la ‘bestia’ se lo cree y se le suben los humos a la cabeza. Sería un craso error por parte de las huestes azulgranas, porque si algo acredita al ex centrocampista del Milan es su apego por la presión y a la agresividad. Un tipo de fuerte carácter y mal perder que ha contagiado a sus pupilos. Entre ellos, los españoles FabiánCallejón Llorente. Si bien el Nápoles no está teniendo una trayectoria muy exitosa en la Seria A italiana (va sexto empatado a puntos con el Milan, muy lejos del líder Juventus), también lo es que se crece en la Champions League.

Baste un dato para que el Barça, SetiénMessi y sus compañeros tengan en cuenta el poder de transformación del Nápoles en Europa. No perdió un solo partido en la fase de grupos de la Champions y fue capaz de derrotar en San Paolo al Liverpool, el vigente campeón.Es más, si ese resultado (2-0 en Italia y empate a uno en Inglaterra) se hubiera dado en un duelo directo, el Nápoles hubiera eliminado al conjunto de Jurgen Klopp.

Y ese gran comportamiento, más la capacidad de crecerse ante los grandes rivales y que precisamente el Barça ha tenido dos enormes batacazos en las últimas dos temporada (Roma y Liverpool) es precisamente lo que quiere repetir Gatusso esta noche.

La historia 

Es verdad que la historia y la estadística juegan a favor del Barça, que lleva desde la temporada 2006-2007 llegando siempre, como mínimo, a los cuartos de final de la Champions.La última vez que los azulganas cayeron en la ronda de octavos de final fue en marzo de 2007 cuando el Barça entrenado por Frank Rijkaard fue eliminado por el Liverpool del español Rafael Benítez. Los ingleses se impusieron en el Camp Nou (1-2) y al Barça no le bastó el 1-1 en Anfield.

Aquella noche estaba Leo Messi sobre el terreno de juego. Y hoy hará lo propio en San Paolo. Ya son 140 duelos de Champions a sus espaldas. Esta noche tendrá el honor de poder expandir su talento sobre el mismo césped donde la otra gran leyenda del fútbol mundial, su compatriota Diego Armando Maradona, firmó sus mejores actuaciones.

Maradona le dio al Nápoles los mejores años de su historia, con dos ‘scudettos’ una Copa de Italia, una Supercopa y la Copa de la UEFA. Antes de su caída a los infiernos, el Nápoles de Maradona llegó a convertirse en uno de los grandes equipos del mundo.Por esa razón, y por su carisma y magia, Maradona sigue siendo hoy en día idolatrado en la ciudad y convertido en un símbolo para muchos de sus habitantes.

Messi no tiene nada más que demostrar ni compite con nadie. Porque nadie discute que es el futbolista más grandes de todos los tiempos, no solo por su nivel individual, sobre todo por lo que ha ganado con el Barça y los años que lleva al más alto nivel. En ese sentido, solo Cristiano Ronaldo le puede aguantar la comparación.

Nápoles, San Paolo, está ávida de ver qué será capaz de hacer Leo Messi en el  mismo lugar donde Maradona los enamoró y hechizó. De todos modos, el objetivo de Messi no es ese. Queda en un segundo plano. Lo esencial para él y para el equipo es que sean capaces de obtener un buen resultado en un estadio que será muy hostil y que les obligará a dar el cien por cien hasta el último segundo. Nápoles no puede ser otra Roma u otro Liverpool.

Comments are closed.