Novak Djokovic continúa con su marcha imparable en este 2020 interrumpido por la pandemia de la COVID-19. Antes del paró, el serbio marchaba con un impoluto 18-0 y dos títulos (Australia y Dubai). En el Masters 1.000 de Cincinnati ha elevado su marcador a un 20-0 que es el segundo mejor arranque de la historia del ATP Tour (desde 1990), por detrás de uno increíble que también protagonizó él en 2011, un 41-0. El padecimiento que evidenció contra Ricardas Berankis en la segunda ronda (pidió tiempo muerto médico tras el primer set) dejó paso a una sensación de felicidad y seguridad que se llevó por delante a Tennys Sandgren, que aspiraba a darle guerra, como hizo con Federer en Melbourne a primeros de año. Pero no fue así, Djokovic le barrió (6-2 y 6-4) y se enfrentará en cuartos al peligroso alemán Jan-Lennard Struff, que se cargó al 7º favorito, Goffin.

Tras la dura derrota de Thiem contra su paisano Krajinovic, Djokovic sabe que sobrepasará seguro el 21 de septiembre a Pete Sampras en la lista de jugadores que han sido más semanas número uno desde que existe el ránking (1973). Nole alcanzará como mínimo las 287 para dejar en la tercera plaza al estadounidense (286) y ponerse segundo tras Federer (310). Era un objetivo no ocultado por el balcánico y se hará realidad porque ni Thiem, aunque gane el US Open, podrá ya pasarle, ni Nadal, que no estará en el Grand Slam neoyorquino.