El dominicano Sammy Sosa cautivó a la nación con su prodigiosa e histórica exhibición de poder como miembro de los Cachorros. Su compatriota Aramis Ramírez se asentó como tercera base del club por casi una década.

Ahora, Sosa y Ramírez encabezan la lista de candidatos de los Cachorros en la boleta del Salón de la Fama para el 2021, que fue de develada el lunes. Los miembros elegibles de la BBWAA pueden votar hasta por un máximo de 10 peloteros en la elección del Salón, cuyos resultados serán anunciados el 26 de enero en MLB Network.

Un jugador debe haber recibido al menos el 75% de los votos para entrar al Salón de la Fama, que realizará su ceremonia que inducción del 2021 el 25 de julio en Cooperstown, N.Y. El grupo de elegidos en el 2020 — Derek Jeter, Larry Walker, Ted Simmons y el ya fallecido Marvin Miller – también serán exaltados ese día, pues la ceremonia del 2020 debió ser pospuesta debido a la pandemia de coronavirus. En el grupo del 2021 no habrá exaltados por organizaciones distintas a la BBWAA, pues los Comités de la Era Dorada y la Primera Era pospusieron sus votaciones hasta el invierno 2021-2022.

Entre los nuevos nombres que aparecerán en la boleta de la BBWAA, los WAR más altos, bajo el cálculo de Baseball Reference, pertenecen a los lanzadores abridores Buehrle (59.1) y Hudson (57.9) y el outfielder Hunter (50.7). Para poner eso en perspectiva, el bWAR promedio de los peloteros que han sido exaltado al Salón de la Fama es de 69.

La lista de candidatos elegibles por primera vez, en orden alfabético por sus apellidos, es el siguiente:

Mark Buehrle, A.J. Burnett, Michael Cuddyer, Dan Haren, LaTroy Hawkins, Tim Hudson, Torii Hunter, Aramis Ramírez, Nick Swisher, Shane Victorino y Barry Zito.

Los jugadores deben recibir al menos el 5% de apoyo para poder entrar en la boleta al año siguiente.

Los siguientes 14 jugadores regresan a la boleta del 2021:

NOMBRES, AÑOS EN LA BOLETA (Voto y % obtenido en 2020)

Curt Schilling, 9no (278, 70.0%)

Roger Clemens, 9no (242, 61.0%)

Barry Bonds, 9no (241, 60.7%)

Omar Vizquel, 4to (209, 52.6%)

Scott Rolen, 4to (140, 35.3%)

Billy Wagner, 6to (126, 31.7%)

Gary Sheffield, 7to (121, 30.5%)

Todd Helton, 3ro (116, 29.2%)

Manny Ramírez, 5to (112, 28.2%)

Jeff Kent, 8vo (109, 27.5%)

Andruw Jones, 4to (77, 19.4%)

Sammy Sosa, 9no (55, 13.9%)

Andy Pettitte, 3ro (45, 11.3%)

Bob Abreu, 2nd (22, 5.5%)

Los argumentos a favor de Sosa

En el caso de Sosa, los números están ahí. Terminó su carrera con 609 jonrones, la novena mayor cantidad en la historia de las Grandes Ligas. Sus 545 bambinazos con Chicago son el tope en la historia del club, y sigue siendo el único ligamayorista con al menos tres temporadas de 60 o más vuelacercas.

En 1998, Sosa se embarcó en una famosa batalla de jonrones con Mark McGwire de los Cardenales, en busca de la vieja marca de 61 jonrones de Roger Maris. McGwire terminó con 70, Sosa con 66 y el poderoso dúo despertó el interés de la nación en el juego con sus cañonazos. McGwire se quedó con el récord, pero Sosa se alzó con el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional ese año.

Entre 1998 y 2001, Sosa bateó .310 con 1.058 de OPS y un promedio de 61 jonrones y 149 empujadas por temporadas. Fue siete veces al Juego de Estrellas, ganó seis Bates de Plata y estableció una cantidad de récords para la franquicia de los Cachorros. La tasa de 14.5 turnos por cada jonrón de Sosa en su carrera es la octava mejor en los anales de la Gran Carpa.

Sosa recibió votos al premio JMV en nueve temporadas seguidas entre 1995 y 2003, terminando segundo en el 2001. Esa campaña fue mejor todavía que la de 1998 estadísticamente, pues Sosa dejó 10.3 de WAR (Baseball-Reference) y bateó 64 jonrones con 146 carreras empujadas, 146 anotadas y 1.174 de OPS. Se retiró con 2,408 hits, 1,667 remolcadas, 1,475 anotadas y 4,704 bases alcanzadas (puesto 40 de todos los tiempos) durante 18 años de carrera.

Los argumentos en contra de Sosa

Hay preguntas sin responder sobre qué hizo Sosa para alcanzar varios de sus proezas jonroneras durante una era marcada por el uso de sustancias para mejorar el rendimiento. El único vínculo con Sosa vino de los resultados de las pruebas antidopajes anónimas del 2003, reportadas por The New York Times. La validez de esos exámenes ha sido puesta en entredicho, pero eso seguramente ha jugado un rol en lo mal que le ha ido hasta ahora a Sosa en las elecciones a Cooperstown en las que ha participado.

Sosa recibió el 13.9% de los votos en el proceso del año pasado, tras recibir 8.5% en el 2019. Dicho eso, el slugger se ha mantenido entre 6.6% y la cifra del año pasado por ocho años, por lo que le quedan dos oportunidades más.

A Sosa tampoco lo ayuda que sus estadísticas ofensivas no sean tan completas como las de otros sluggers que están en el Salón. Sí, el total de jonrones es impresionante, pero también se ponchó muchísimo. De hecho, Sosa es el jugador con más ponches (1,815) en la historia de los Cachorros.