El alemán Alexander Zverev prometió que donaría íntegramente el premio económico de campeón si conquistaba el Open de Australia, alrededor de 2,5 millones de euros, “aunque sé que no soy el favorito”. Lo veía complicado, como también días después aunque esté más cerca que nunca ya que disputará por vez primera una semifinal de Grand Slam.

A sus 22 años, séptimo del ranking mundial, franqueó la barrera de los cuartos, aprobó otro examen de la relativa asignatura pendiente de las citas mayúsculas (es muy joven), porque en las intermedias, al mejor de tres sets, demostró solvencia ante los mejores siendo el mejor de las ATP Finals de Londres 2018 y llevándose los Masters 1000 ATP de Roma y Candá 2017 y Madrid 2018.

Ganó a un ex campeón en Melbourne, el de la edición de 2014, el suizo Stan Wawrinka, 35 años y nº 34 mundial, por 1-6, 6-3, 6-4 y 6-2 en 2h.19’. Está a dos pasos del premio gordo, tan cerca aparentemente como lejos teniendo en cuenta el grado de dificultad de las últimas rondas. El viernes tiene cita en semifinales bien con el nº 1 mundial, Rafa Nadal, o el austríaco Dominic Thiem.