El Atlético ha demostrado este miércoles que va darlo todo por llevarse esta Liga. Los rojiblancos se impusieron a la Real Sociedad para dejar al Barcelona a cuatro puntos y al Real Madrid a cinco. Los de Koeman empataron este martes ante el Levante y tras el triunfo de los de Simeone, quedan prácticamente descartados. La presión pasa ahora a los blancos, que se enfrentan este jueves al Granada con la opción de volver a colocarse a dos puntos del líder a tan solo dos jornadas del final.

El encuentro salió redondo para Simeone desde el principio. El técnico dispuso su once de gala, con Correa acompañando a Luis Suárez. Los suyos salieron con una presión asfixiante y con un Llorente desbocado a la carrera, encontrando una y otra vez la espalda de los defensas. El dominio rojiblanco era absoluto y Carrasco consiguió abrir el marcador tras varias ocasiones falladas apenas transcurridos 15 minutos. El gol asentó al Atlético, que bajó una marcha en la presión alta pero siguió buscando insistentemente los espacios. A los 28 minutos, Suárez se hizo con el balón en el centro del campo y filtro un pase exquisito para que Correa ampliara la ventaja. Oblak tuvo que aparecer en dos buenas llegadas de Isak, pero no sufrió más apuros hasta el descanso.

Imanol, que se enfureció con el primer gol, bajó los brazos con el segundo. Al descanso, sentó a Isak para dar entrada a Bautista. El Atlético bajó el ritmo pero le valía para controlar cualquier intento de la Real y gozar de ocasiones de ampliar la ventaja. Portu dio el susto en el 70, pero Oblak estuvo atento para desviar su disparo. Simeone no había movido el banquillo hasta entonces, satisfecho del desempeño de los suyos. Fue entonteces cuando metió al campo a Joao Felix, desterrado de las grandes citas. Los suyos marraron unas cuantas ocasiones más, en uno de los encuentros más ofensivos de los rojiblancos. Portu estrello un balón en el palo como aviso, y a los pocos minutos, Zubeldia consiguió recortar distancias. El Atlético terminó achicando aguas tras haber dominado la mayor parte del partido, pero aguantaron conscientes de la importancia de los tres puntos. Osasuna y Valladolid son los últimos desafíos que restan a los rojiblancos camino al título.