Una de las sorpresas en la alineación que presentó Ronald Koeman la noche del domingo en El Alcoraz fue la suplencia del delantero Antoine Griezmann. El galo, por tercera vez en la Liga, empezó el partido desde la banda, saltando al terreno de juego en el minuto 81 por Braithwaite con 0-1 en el marcador. Había sido titular en el resto de encuentros (13).

Griezmann, que lució unas llamativas botas azul turquesa, jugó los 9 minutos reglamentarios más otros dos de agregado y se situó como referencia en ataque pero apenas entró en acción al coincidir con una fase del juego con dominio del Huesca, aunque infructuoso.

La primera suplencia del francés, después de cuatro titularidades, llegó en la séptima jornada, contra el Real Madrid (1-3) en el Camp Nou. Griezmann salió a falta de ocho minutos para la conclusión, con 1-2 en el marcador.

La segunda suplencia en Liga, después de ocho titularidades, llegó contra el Valladolid (0-3) el 22 de diciembre de 2020, en el partido correspondiente a la 15ª jornada. En esa ocasión, sin embargo, el galo no se movió del banco y se quedó sin sumar ningún minuto. Koeman, en aquella ocasión, no agotó los cambios y, con 0-3, prefirió dar entrada a Umtiti, Busquets y Junior en una misma ventana y, diez minutos después, el elegido fue Coutinho.

En Champions, Griezmann dejó de ser titular en dos partidos: el primero y el cuarto de la liguilla. Contra el Ferencváros (5-1) y Dinamo Kiev (0-4). Ante el equipo húngaro no jugó y, ante el ucraniano, salió en el 65 por Coutinho y cerró el marcador en el agregado (90+2).