La selección de Venezuela se plantó firme frente a los tetracampeones del mundo, pero no le alcanzó y cayó 2-1 contra Italia, la tarde del jueves en el estadio del Inter Miami en Fort Lauderdale.

Quedó claro el progreso de la Vinotinto, que marcha en cuarto lugar en las eliminatorias mundialistas sudamericanas y que demostró sus progresos al enfrentar de igual a igual a una de las escuadras de mayor tradición en el fútbol universal.

Los dos primeros goles del encuentro tuvieron en común los errores garrafales de los arqueros de ambas escuadras.

Una falla en entrega del portero Rafael Romo propició el gol de Italia por obra de Mateo Retegui, a los 40 minutos.

Y también una falla del guardavallas, esta vez de Giuanluigi Donnarumma, permitió a Darwin Machis, empatar para Venezuela tres minutos después.

El partido sirvió de preparación a la Vinotinto y a la squadra azzurra con miras a la Copa América y la Eurocopa, respectivamente, en junio próximo y para las eliminatorias al Mundial 2026.

Venezuela se mostró como el equipo disciplinado que ha construido el entrenador argentino Fernando Batista.

Italia, por su parte, estuvo sólido, experimentado y manejó el partido la mayor parte del tiempo.

Los jugadores de la Vinotinto estuvieron siempre muy enfocados, listos para aprovechar cualquier falla del rival y sobre todo pegajosos en la marcación para impedir que Italia evolucionara en sus avances.

La estrategia de Venezuela era contragolpear a velocidad por los costados y buscar el centro para la potencia de su capitán Salomón Rondón. Eso siempre dio la sensación de peligro y obligó a los italianos a mantenerse alertas.

Luciano Spalletti, el entrenador de Italia, había advertido que Venezuela no iba a ser presa fácil.

“Si no tenemos cuidado correremos el riesgo de causar una mala impresión”, advirtió Spalletti.

“Además del buen lugar que luce en el ranking FIFA, esta es una Venezuela que detuvo a Brasil y derrotó a Chile el 2023, por lo que no debe subestimarse”.

El análisis del técnico no estuvo equivocado.

La Vinotinto mostró sus pergaminos, creó situaciones de peligro como cuando al principio del partido, solo frente al arco rival, Rondón no alcanzó a pegarle de lleno a una pelota que le llegó desde la izquierda y aún así el balón salió ligeramente desviado a un lado del arco de los azzurri.

Pese a sus grandes antecedentes como tetracampeón del mundo y actual campeón de la Eurocopa, Italia no llegó al sur de la Florida en plan de vedette sino que siempre tuvo los pies sobre la tierra.

Sus jugadores mostraron su gran profesionalismo y buena técnica y no se confiaron para nada de su rival.

Esta era la cuarta gira que realizaba la selección italiana a Estados Unidos.

La Gazzetta dello Sport, el diario deportivo más importante de Italia y Europa, mencionó que esta gira no es banal para la squadra azzurra, que jugó amistosos en Estados Unidos en 1976, 1984 y 2005.

En dos de esos tres viajes, Italia estuvo dirigida por entrenadores que le darían luego la Copa del Mundo: Enzo Bearzot, en España 1982, y Marcello Lippi, en Alemania 2006.

Bearzot también dirigido a los azzurri en una gira por Estados Unidos en 1984, por lo tanto hay la secreta esperanza que esta nueva excursión sea el anticipo de una inolvidable campaña en el Mundial del 2026 y que consagre a Spalletti.

Cabe destacar que en el Mundial 1994 disputado en Estados Unidos, Italia perdió la final con Brasil en definición por penales.