Fury sobre Ngannou, una decisión muy, muy dudosa

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Fury sobre Ngannou, una decisión muy, muy dudosa

Tyson Fury, campeón del mundo de los pesos pesados, venció este domingo al excampeón camerunés de la UFC Francis Ngannou en el Boulevard Hall de Riyadh. Maravilló al mundo el camerunés. Puso en apuros a Fury, uno de los mejores libras por libra del planeta, e incluso lo mandó a la lona en el tercer capítulo. El niño camerunés soñaba con ser Mike Tyson mientras trabajaba en una mina y estaba ante la oportunidad de su vida. No la quiso desaprovechar y cerca estuvo de dar la campana.

Ngannou desde el primer intercambio dejó claro que ni había venido de vacaciones a Arabia Saudí ni se iba a conformar solo con coger su cheque. Nada tuvo que ver con el MayweatherMcGregor de años atrás o las recientes peleas de otros luchadores de MMA con creadores de contenido. 

Ngannou, que debutaba en el boxeo profesional, salió a meter presión y a adueñarse del centro del encordado. Fury, con la plasticidad que le caracteriza, mantenía a raya al camerunés con la mano adelantada. Tiraba, fintaba y lanzaba la mano por fuera de su guardia. Fue más arriesgado el excampeón de la UFC a partir del segundo capítulo. Cerraba la distancia con celeridad y aterrizaba buenos golpes en la línea de flotación de Fury. Parecían ir desvaneciéndose los complejos de Ngannou. No sería hasta el tercero que pondría en pie al Boulevard Hall de Riyadh.

Fury lanzaba la derecha a corta distancia y Ngannou respondía con un crochet seco a la sien del británico. Séptima vez que la espalda del campeón tocaba la lona en sus 34 peleas como profesional. Esto no era ni una exhibición ni una suerte de pelea circense para el camerunés.

Iba en serio el camerunés, estaba en problemas. Movilidad, desplazamientos sobre puntas y volumen de golpe. El ‘abc’ del británico. Escudándose en la finta con la izquierda, iniciaba, basculaba y volvía a percutir. Siempre con más velocidad que su rival pero asumiendo muchos riesgos. Las manos de Ngannou pesan.

Ngannou dio la cara, puso en aprietos a Fury pero no sumó los dividendos suficientes a ojos de los jueces. Decisión dividida que cae del lado del británico. El camerunés sorprendió, y mucho, ante uno de los mejores libra por libra del planeta a base de poder y tenacidad. Defendió con dignidad el nombre de las MMA como ningún otro compañero suyo que flirteó con el boxeo pudo hacer.

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