Reynoso, el gran entrenador de Canelo

El City gana batallas de goles al Real Madrid
abril 27, 2022
Martino no descarta que más figuras jóvenes en el Tri
abril 27, 2022

Reynoso, el gran entrenador de Canelo

Eddy Reynoso hoy está en la cima del mundo. Es el entrenador de boxeo mejor valorado en el orbe. Su nombre está detrás de todos los éxitos de Saúl Álvarez. Pero su historia comenzó a escribirse mucho antes, en lugares ajenos a la opulencia que ahora predomina en su vida. Quizá nunca imaginó que un puberto de 13 años lo convertiría en una referencia absoluta cada vez que se habla del pugilismo mexicano.

Su padre, José Chepo Reynoso, siempre ha estado inmiscuido en el boxeo. Fue una actividad que al principio mezcló con su rol de carnicero. Pronto José tuvo que elegir y no le quedó más opción que optar por los ensogados. Eddy creció siempre con ese ejemplo en la mente y decidió seguir sus pasos. Pero antes intentó buscar un mejor futuro en Estados Unidos como migrante. Lo intentó con solo 20 años y no pudo consumar el cruce pues fue detenido por la Patrulla Fronteriza.

El propio Eddy relató su experiencia en 2020 vía Twitter. “En1996 crucé de ilegal a Estados Unidos en busca del Sueño Americano. Fui detenido un mes. 24 años después entro por la puerta grande y hasta los oficiales me piden fotos”. Después de esa amarga experiencia, Eddy se metió de lleno al trabajo de gimnasio. Primero ayudó a su padre y luego, en 2002, recibió el certificado de entrenador por parte de la Conade. Un año después, conoció a un niño pelirrojo llamado Saúl Álvarez que llegó al gimnasio Julián Magdaleno con la idea de formarse como peleador y seguir los pasos de su hermano Rigoberto Álvarez.

Todo sucedió muy rápido. En apenas dos años, Canelo debutó como profesional. Para 2006 sus peleas ya eran vistas en televisión nacional y los promotores veían en él a un prospecto de campeón mundial. En un principio, padre e hijo compartían la tutela del joven boxeador, pero con el paso de los años Eddy se convirtió en el entrenador principal, mientras su padre se encargaba principalmente de asuntos administrativos.

De acuerdo con El Economista, durante los primeros años de Eddy como entrenador de Álvarez, apenas percibía un sueldo de 30 dólares mensuales. Ese acuerdo dio un giro radical en 2010, cuando Álvarez firmó con Golden Boy Promotions de Óscar de la Hoya. Reynoso primero ganó el 2% de todos los ingresos generados por su pupilo; después esa cifra subió al 7%. En la actualidad, Eddy cobra el 33% del dinero que Canelo recibe, ya que su labor no se limita a entrenarlo en términos deportivos: también se encarga de firmar contratos y acordar peleas.

En la última pelea de Canelo contra Caleb Plant, disputada en noviembre pasado, el púgil se embolsó 40 millones de dólares únicamente por conceptos deportivos, es decir, por subir al ring. Por lo tanto, Eddy Reynoso ingresó a sus arcas un aproximado de 13 millones 200 mil dólares, a los que habría que agregar el dinero proveniente de la venta de pagos por evento y de anuncios publicitarios. Además, ha emprendido una faceta de promotor en la que destaca Julio César Martínez, campeón mundial peso mosca, como su principal protegido.

Canelo es el rostro más visible del campamento que Reynoso ha establecido en San Diego, pero también por sus filas han desfilado otros peleadores de primer orden como Óscar Valdez, Andy Ruiz, Frank Sánchez y el polémico Ryan García, que acusó desatenciones por parte de Eddy al argumentar que le dedicaba un tiempo excesivo a Saúl Álvarez. Entre claroscuros, Reynoso ha ganado amplio reconocimiento en su ámbito. La revista The Ring y la Asociación de Escritores de Boxeo de Estados Unidos lo nombraron entrenador del año en 2019 y 2021.

En las próximas semanas el líder del Canelo Team tiene dos retos gigantes: la pelea de Valdez ante Shakur Stevenson para unificar las 130 libras, y el combate que medirá a Saúl Álvarez con Dmitry Bivol para buscar el título mundial de peso semicompleto. Eddy Reynoso vive el mejor momento de su carrera y tiene dos oportunidades clave para refrendarlo. Hoy esa es su realidad, la que supo cambiar después de mucho tiempo de limitaciones. Con 41 años, todavía le quedan muchas páginas por escribir.

Comments are closed.