Richard Carapaz ya vuelve a vestir con La Roja de líder de La Vuelta después de sacarle 10 segundos a Roglic en una subida al Angliru que se convirtió en un ejercicio de superviviencia. De hecho, el ecuatoriano siempre marchó a cola del grupo hasta que el ataque de Enric Mas hizo saltar todo por los aires. “Ir detrás no fue ninguna estrategia, ni tampoco un intento de dar la sorpresa, me propuse marcarme mi ritmo en todo momento. Conocía la subida, la recordaba de 2017, y sabía que era así como la debía afrontar.”, aseguró el corredor del Ineos.

“Una selección natural”, la calificó el nuevo líder de La Vuelta. “Lo probó Mas, luego atacó Carthy y yo iba a mi ritmo. Creo que recuperar el liderato es algo muy importante, algo que me da mucha moral. Le pude sacar tiempo a Roglic y eso siempre es positivo. Son diez segundos, sí, pero es algo favorable para nosotros”, cuenta, mientras rechaza que la ventaja sea insuficiente de cara a una última semana en la que la primera prueba, la crono de Ézaro de mañana, parece favorable al esloveno.

Richard Carapaz ya vuelve a vestir con La Roja de líder de La Vuelta después de sacarle 10 segundos a Roglic en una subida al Angliru que se convirtió en un ejercicio de superviviencia. De hecho, el ecuatoriano siempre marchó a cola del grupo hasta que el ataque de Enric Mas hizo saltar todo por los aires. “Ir detrás no fue ninguna estrategia, ni tampoco un intento de dar la sorpresa, me propuse marcarme mi ritmo en todo momento. Conocía la subida, la recordaba de 2017, y sabía que era así como la debía afrontar.”, aseguró el corredor del Ineos.

“Una selección natural”, la calificó el nuevo líder de La Vuelta. “Lo probó Mas, luego atacó Carthy y yo iba a mi ritmo. Creo que recuperar el liderato es algo muy importante, algo que me da mucha moral. Le pude sacar tiempo a Roglic y eso siempre es positivo. Son diez segundos, sí, pero es algo favorable para nosotros”, cuenta, mientras rechaza que la ventaja sea insuficiente de cara a una última semana en la que la primera prueba, la crono de Ézaro de mañana, parece favorable al esloveno.

Richard Carapaz ya vuelve a vestir con La Roja de líder de La Vuelta después de sacarle 10 segundos a Roglic en una subida al Angliru que se convirtió en un ejercicio de superviviencia. De hecho, el ecuatoriano siempre marchó a cola del grupo hasta que el ataque de Enric Mas hizo saltar todo por los aires. “Ir detrás no fue ninguna estrategia, ni tampoco un intento de dar la sorpresa, me propuse marcarme mi ritmo en todo momento. Conocía la subida, la recordaba de 2017, y sabía que era así como la debía afrontar.”, aseguró el corredor del Ineos.

“Una selección natural”, la calificó el nuevo líder de La Vuelta. “Lo probó Mas, luego atacó Carthy y yo iba a mi ritmo. Creo que recuperar el liderato es algo muy importante, algo que me da mucha moral. Le pude sacar tiempo a Roglic y eso siempre es positivo. Son diez segundos, sí, pero es algo favorable para nosotros”, cuenta, mientras rechaza que la ventaja sea insuficiente de cara a una última semana en la que la primera prueba, la crono de Ézaro de mañana, parece favorable al esloveno.

Richard Carapaz ya vuelve a vestir con La Roja de líder de La Vuelta después de sacarle 10 segundos a Roglic en una subida al Angliru que se convirtió en un ejercicio de superviviencia. De hecho, el ecuatoriano siempre marchó a cola del grupo hasta que el ataque de Enric Mas hizo saltar todo por los aires. “Ir detrás no fue ninguna estrategia, ni tampoco un intento de dar la sorpresa, me propuse marcarme mi ritmo en todo momento. Conocía la subida, la recordaba de 2017, y sabía que era así como la debía afrontar.”, aseguró el corredor del Ineos.

“Una selección natural”, la calificó el nuevo líder de La Vuelta. “Lo probó Mas, luego atacó Carthy y yo iba a mi ritmo. Creo que recuperar el liderato es algo muy importante, algo que me da mucha moral. Le pude sacar tiempo a Roglic y eso siempre es positivo. Son diez segundos, sí, pero es algo favorable para nosotros”, cuenta, mientras rechaza que la ventaja sea insuficiente de cara a una última semana en la que la primera prueba, la crono de Ézaro de mañana, parece favorable al esloveno.