Los Lakers de Los Ángeles tuvieron la quinta nómina más costosa en la NBA en la temporada 2021-22 con un valor de 147.5 millones de dólares, solo por detrás de los Golden State Warriors (175.1), los LA Clippers (164.4), los Brooklyn Nets (157.8) y los Milwaukee Bucks (153.5).

De esa lista de las cinco nóminas más altas de esta temporada, solamente los Lakers no clasificaron a los playoffs; el resto ya se alista para participar en el torneo play-in o para la propia postemporada confirmando una de las mayores decepciones en toda la liga por el tipo de plantel que habían confeccionado para hacerle frente a una siempre competitiva, pero cambiante Conferencia del Oeste.

Con marca de 33-49, los Lakers fueron uno de los cinco equipos que se quedaron fuera de la posibilidad de extender su temporada de la Conferencia del Oeste; muchas cosas salieron mal, incluso una de las coincidencias en las que muchos convergen es en el diseño del equipo, cargado de veteranos con contratos costosos y que al final produjeron muy por debajo de lo esperado.

Por eso mismo, los Lakers tomaron una decisión que se veía inminente y que desde semanas pasó de tomar forma de rumor a realidad, al despedir a Frank Vogel como entrenador principal de los Lakers luego de llevarlos a ganar el título de la NBA en la campaña 2019-20 en la burbuja en Disney, en Orlando, Florida, y después de comandar al equipo por tres temporadas, llevándolo en dos de ellas a clasificarse a los playoffs.

A través de una publicación en redes sociales, y de un comunicado, le hicieron saber a la afición que tanto la organización como el entrenador tomarán caminos por separado, dando pie a empezar a buscar soluciones de cara a la siguiente temporada, después de amasar un fracaso monumental.

«Respeto a Frank como entrenador y como persona. Es un hombre que le da todo al juego», dijo James sobre Vogel minutos antes de que se hiciera oficial el anuncio de su despido. «No tengo nada más que respeto hacia él».

Lo que salió mal

El luneup de los Lakers se embelesó mirando a LeBron James, quien pese a tener 37 años, registró el promedio (30.3) más alto de puntos por partido de toda su carrera; de no haberse perdido siete de los últimos ochos partidos a causa de una lesión en el pie, habría culminado como líder de la Liga, algo que hubiera sido una proeza, pues se hubiera convertido en el campeón anotador de mayor edad en la historia de la NBA.

Jugadores como Russell Westbrook (18.4), Carmelo Anthony (13.4) y Dwight Howard (5.8) tuvieron algunos de sus promedios en puntos más bajos de toda su carrera; rara vez hubo consistencia en la alineación titular, pues el entrenador Frank Vogel tuvo que echar mano de 18 lineups abridores distintos a lo largo de la temporada, ocasionando falta de química y regularidad.

«Es descorazonador», dijo el delantero de los Lakers Stanley Johnson el pasado 9 de abril en rueda de prensa. «Nunca, en un millón de años, imaginé, especialmente cuando firmé o incluso como aficionado del equipo, que estaríamos en esta situación. Obviamente tú haces planes, Dios se ríe de ti a veces».

Las lesiones fueron inclementes. Otra de las razones que ocasionó el descarrilamiento de los Lakers. Desde luego el caso más emblemático fue el de Anthony Davis, el segundo mejor jugador en el equipo, quien se perdió 39 partidos por diversas causas, privando al club angelino de sus 23.2 puntos y 9.8 rebotes en promedio por juego.

Jugadores como Talen Horton-Tucker, Avery Bradley, Trevor Ariza, Wayne Ellington, Kendrick Nunn o Stanley Johnson, se perdieron una considerable cantidad de juegos, debido a las lesiones.

Tras capturar el título de la campaña 2019-20 en la burbuja de Disney, los Lakers han venido a pique. Pensaron que con la sola presencia de LeBron sería suficiente para salir a flote, pero aunado a las malas decisiones en cuanto a contrataciones, todo ello derivó en una cruda y distinta realidad.

«Pienso que en el verano todos deberíamos recordar esto y si no nos gusta, entonces tendremos una oportunidad de mejorar en la cancha de basquetbol, en lo individual y compenetrarnos como equipo. Muchos de nosotros estamos muy enojados por lo que pasó, no nos merecemos nada, tenemos lo que merecemos, pero duele», agregó Johnson.

¿Qué viene de cara al futuro?

Previo al inicio de la temporada 2021-22, los Lakers eran favoritos en las casas de apuestas para ser el mejor equipo del Oeste, pero en un avance rápido a la recta final, todo eso se esfumó, por lo que la organización debe pensar en cuáles son los pasos a seguir para regresar en 2022-23 con más herramientas que mejoren su competitividad.

Con el despido de Frank Vogel, los Lakers tienen que darse a la tarea de conseguir un entrenador que encabece el nuevo proyecto, uno que tenga cimientos diferentes a los de las dos últimas temporadas, que derivaron en desazón para el equipo californiano.

Por las lesiones, la versatilidad de LeBron y la falta de consistencia en la alineación titular, los Lakers carecieron la mayor parte del tiempo de cubrir dos posiciones con solvencia, como la de movedor o point guard y la de centro. Westbrook se desempeñó por debajo del nivel y la llegada de DJ Augustin fue tanto tardía como insuficiente para solventar el problema en la primera, en tanto que ni Howard ni DeAndre Jordan (dejado en libertad en el transcurso de la campaña) o el propio Anthony Davis (por lesiones) solventaron la segunda.

Algunos de los puntos brillantes, sin embargo, muestran al novato, no elegido en el Draft de la NBA, Austin Reaves, quien cerró la campaña concretando el primer triple doble en la historia para un jugador de primer año que no fue reclutado en un draft. También se puede añadir el desempeño del joven delantero Malik Monk, quien con 13.8 puntos por juego, desplegó el mejor promedio anotador de su carrera.