Alexander Zverev tiene cuentas pendientes con el US Open. El año pasado, en la temporada pandémica, el alemán alcanzó su primera final de Grand Slam, pero Dominic Thiem le apartó del título. Y a juzgar por su estreno en la presente edición del torneo, Sascha parece extramotivado por revertir ese resultado. En el partido de cañoneros de la jornada, Zverev demostró a Sam Querrey (al que siempre ha ganado) por qué es el jugador más en forma del circuito (12 victorias consecutivas, junto con la medalla de oro olímpica y el Masters de Cincinnati) con una gran actuación en la que, entre otras cosas, sólo cedió 13 puntos con el servicio: 6-4, 7-5 y 6-2 en una hora y 40 minutos de juego.

La paciencia fue la receta que empleó Zverev en su camino a la victoria. En un duelo de sacadores como éste, el alemán era sabedor de que debía imponer su mejor juego desde fondo de pista en cuanto Querrey diera la más mínima opción. Y así lo hizo. Con el 4-4 en el primer set, Sascha consiguió el break en su primera oportunidad y acto seguido no perdonó con el saque. En la segunda manga empleó la misma fórmula: rotura después del 5-5 y servicio para sellar. El golpe anímico para el estadounidense fue demasiado y eso permitió que Zverev volase en una tercera manga sin historia. En segunda ronda, el cuarto cabeza de serie en Nueva York se medirá con el español Albert Ramos, que venció un partido fratricida al francés Lucas Pouille tras levantar dos bolas de partido: 6-1, 5-7, 5-7, 7-5, 6-4 en tres horas y 44 minutos.

Hurkacz arrasa

Hubert Hurkacz no pudo empezar con mejores sensaciones en este US Open. El polaco, después de asentarse este año en la zona noble del ranking ATP, sigue demostrando que los torneos estadounidenses se le dan de maravilla. Tanto, que los tres títulos que figuran en su palmarés proceden de Estados Unidos: Winston-Salem, Delray Beach y su primer Masters 1.000 conquistado en Miami este mismo año. Este martes, Hurkacz (13º) arrasó al bielorruso Gerasimov (6-3, 6-4 y 6-3), contra el que firmó un tremendo balance de 38 golpes ganadores y sólo 12 errores no forzados. En segunda ronda le espera Seppi, que sorprendió a Fucsovics.