Los Boston Celtics lo están apostando todo por el todo decididos a ganar su título 18 en la nueva temporada de la NBA, con extraordinarios fichajes, como el letón Kristaps Porzingis o Jrue Holiday, pero a la vez con el riesgo de que las pocas alternativas en su banquillo le pasen factura.

Boston ha llegado a cinco de las últimas siete finales de la Conferencia Este sin haber conseguido un solo título NBA desde 2008, por lo que la directiva ha decidido este año realizar cambios significativos.

El equipo dirigido por Joe Mazzulla sacrificó a grandes talentos de su banquillo como Malcom Brogdon y Robert William III por hacerse con los servicios de Jrue Holiday, quien, sin ser necesario, tuvo el detalle de llamar a Isaiah Thomas para usar su número 4 con los Celtics.

Holiday, como agente libre, dos veces All-Star y en cinco ocasiones en el mejor equipo defensivo de la NBA, llegó a Boston tras ser traspasado de los Portland Trail Blazers, a los que perteneció sólo unos días después de haber sido cedido por los Bucks.

Otra de las apuestas fuertes de los Celtics para este año es el pívot letón Kristaps Porzingis, que llega de los Washington Wizards a cambio del carismático y muy querido por los aficionados de los celtas Marcus Smart, otros recursos y una extensión de dos años por 60 millones de dólares.

El curso pasado, el «Unicornio» Porzingis hizo una temporada fantástica con los Washington Wizards con una media de 23,2 puntos y un porcentaje de tiro del 49,8 por ciento, 2,7 asistencias y 0,9 robos en 65 partidos.

Sin embargo, su historial de lesiones en años anteriores y a pesar del respaldo total manifestado por la dirección, hacen que muchos en Boston sean cautos con sus esperanzas porque, además, no es lo mismo jugar en un equipo sin expectativas que hacerlo en uno con aspiraciones a ganar el titulo como los Celtics.

Holiday garantizará que no se eche de menos a Smart y Porzingis aportará por fin un poste solvente bajo los aros de los Celtics, pero con un banco mermado también con la pérdida de Grant William, las ausencias por lesión van a ser decisivas.

La rotación de centrales se dará con el veterano dominicano Al Horford, Luke Kornet y Neemias Queta.

El pequeño Payton Pritchard, que renovó su contrato esta semana por 4 años y 30 millones de dólares, será el principal armador suplente, mientras que los aleros Lamar Stevens y Osha Brissett darán profundidad al ataque saliendo del banco.

Derrick White, Holiday, Jaylen Brown, Jayson Tatum y Porzingis ya han sido titulares juntos en partidos de pretemporada en los que los nuevos Celtics han exhibido su potencial con rotundas victorias.

Brown, que ha estado a punto de ser traspasado a los Nets, seguirá en los Celtics gracias a una extensión de contrato por más de 300 millones de dólares hasta 2029.

Otros jugadores de banquillo de Boston son Wayne Gabriel, Dalano Banton, Sam Hauser, Svi Mykhailiuk.

Los Celtics tendrán como principal rival en el Este a los Milwaukee Bucks, liderados por el griego Gianis Antetokounmpo y Damian Lillard, que también han demostrado que están en plena forma en los partidos de pretemporada.

Otro de los candidatos a ganar el título en el Este son los Philadelphia 76ers, pero dependen demasiado de James Harden, quien ha manifestado su descontento con el equipo y no ha participado en los entrenamientos preparatorios para la temporada.

El principal responsable de los contratos de los Celtics es Brad Stevens, quien ya aparece en las quinielas para ser elegido como mejor ejecutivo de la temporada entrante y que en los últimos días ha insistido en que su franquicia va «a por el anillo».