Leo Messi ha hablado de su futuro en la entrevista del periodista Jordi Évole en laSexta. Preguntado por si el 1 de enero iba activar ya el derecho que tiene de poder negociar con otro club al acabar contrato el 30 de junio, el delantero del Barça afirmó que “no tengo nada claro hasta que termine el año, voy a esperar a que termine la temporada, si no estaría incumpliendo lo que te dije ahora, lo importante es pensar en el equipo, terminar bien el año, pensar en intentar conseguir títulos y no distraerme en otras cosas”.

Évole le regaló dos guías de viaje de Manchester y París, dos posibles destinos, pero las rechazó: “No, llevátelas”. Y apuntó que “yo sé que hay mucha gente del club, del Barcelona, el hincha, que todavía me quiere, que quiere que siga en el club, también sé que hay otra gente que después de que lo pasó no está así. Pero voy hacer lo que sea mejor para el club y para mí, no tengo dudas, y lo que me diga el manejo el corazón y de la cabeza”.

En ese momento apareció la palabra ‘volver’: “Pienso volver… me voy a quedar a vivir en Barcelona, y quiero volver a Barcelona el día de mañana porque cuando deje de ser jugador quiero estar en el club, de alguna manera, aportando en lo que sepa en algo, es lo que quiero y lo que siento”. Évolé le repreguntó por ese ‘volver’ que conlleva ‘irse’: “Siempre dije que tengo la ilusión de que me gustaría disfrutar de la experiencia de vivir en Estados Unidos, de vivir esa Liga y esa vida, pero luego si pasará o no, no lo sé, no es un ahora o en el futuro, y por eso digo lo de volver”.

Preguntado por si esas ganas de jugar en la MLS restan opciones a otras Ligas apuntó que “no sé lo que va a pasar, estoy centrado en los que tenemos, en lo que se pueda hacer en estos seis meses, no pienso en cómo terminará el año, porque hoy por hoy no sería bueno que te dijera lo que voy a hacer porque no lo sé”.

Y abrió una puerta: “¿Si sería distinto con público coreando tu nombre sería distinto? Seguramente, sabría realmente la opinión del hincha del Barça, lo que piensa, porque lo demostraría en el campo, lo que vieron, ven o sienten”.

Admitió que “me costó al principio, no estaba en el lugar donde quería estar, me costó adaptarme al vestuario porque hay mucha gente nueva, de los que me rodeaban no queda nadie o pocos, hay muchas gente de fuera, pocos de casa, somos diferentes culturas, somo diferentes, eso hace más difícil unir al vestuario, que sea fuerte, pero poco a poco lo vamos haciendo”.

Tras dejar claro que no jugará en el Real Madrid (“imposible”) ni en el Atlético con Luis Suárez (“no”), lanzó un mensaje a la afición: “Le diría que no sé si me iré o no y si me voy, me gustaría irme de la mejor manera. Siempre hablando hipoteticamente, me gustaría volver algún día, me gustaría volver a la ciudad, a trabajar en el club, aportar. Le diría que no pasa nada, que el Barcelona es mucho más grande que cualquier jugador, incluso a mí obviamente, y que ojalá el presidente que venga haga bien las cosas para volver a levantar títulos importantes”.

Por último, ya cuando no sea futbolista, explicó que “no sé que seré, no lo he pensado, pero algo relacionado con el fútbol, es lo que me gusta, lo que creo que sé, pero en algo con el fútbol, no de técnico. No me veo de entrenador, quizás sí de director deportivo para traer a jugadores que yo quiera o que creo que necesita el club en el que esté, ya veremos”.

Y finalizó: “Es una historia de amor de muy chiquito con el club y con la ciudad, Termine como termine no tiene por qué manchar lo que se vivió en toda mi carrera, no es fácil estar 16 años de profesional en el club y que todo haya ido bien. Hay momentos malos, muy malos, pero siempre todo se supera, ya veremos el final”.