EFE- La Liga MX ha emprendido, para el torneo actual Apertura 2023, un cambio de formato en su Liguilla. Se trata del Play-in, que ha sido criticado fuertemente por Ricardo Tuca Ferretti. El histórico entrenador, ahora comentarista en ESPN, tiene muy clara la poca utilidad competitiva de este formato, que ha llegado para reemplazar al repechaje.

Desde 2020 hasta el pasado Clausura 2023, se utilizó la reclasificación para completar el bombo final de ocho clasificados a la llamada Fiesta Grande. El formato era simple, aunque estimulaba la mediocridad. Se calificaban a Cuartos de Final los primeros cuatro lugares y el quinto al doce jugaban eliminaciones directas para determinar a los otros cuatro invitados. Ahora eso ha cambiado de forma, pero no de fondo.

El Play-in también «premia» a los seis primeros lugares, que van directo a la Liguilla. Luego vienen los cambios. El lugar siete y el ocho juegan entre ellos. Lo mismo con el nueve y el diez. El primer ganador (siete contra ocho) avanza directo. Pero el perdedor de esa serie tiene una segunda oportunidad, pues juega contra el ganador de la otra llave (nueve contra diez). Esa segunda oportunidad se le da como beneficio por haber acabado con más puntos que los lugares nueve y diez, durante la fase regular.

El formato, emulado del deporte estadounidense, parece más justo que el anterior, aunque en esencia sea un repechaje más. Ahora hay menos calificados, pero el lugar diez todavía tiene opciones de ser campeón y el perdedor de la primera llave todavía puede entrar a la Liguilla (y ser campeón). Eso no le ha gustado para nada a Ricardo Ferretti, porque ni siquiera cree que garantice más espectáculo. Así lo expresó en el programa Futbol Picante, de ESPN.

«Hugo (Sánchez) comenta que hay negocio, pero yo vi el partido Santos contra Toluca y había 20% de gente en el estadio. Para mí, es una aberración. Ya tanta jalada… es vergonzoso. Esto nada más perjudica a los equipos que están embalados. Esto y la Fecha FIFA: estás en ritmo de juego y tienes que parar 15 días. Hombre, hasta subo de peso tres kilos. Todos decimos lo mismo: del uno y al ocho y ya, los demás que no califiquen por maletas. Que se vayan de vacaciones y ya. A mi me tocó: te vas de vacaciones. Si tienes una gran institución y no calificas, es vergonzoso», valoró.

Además de la pérdida de ritmo, Ferretti criticó la segunda oportunidad que se le brinda al perdedor del juego entre el siete y el ocho: «Un equipo va, pierde, y todavía juega otra vez para ver si califica». Incluso Ferretti propuso un formato alterno: que se califiquen únicamente ocho equipos, se dividan en dos grupos de cuatro y los líderes de esos grupos se enfrenten en la final. Si lo que quieren es que haya muchos partidos, sostuvo, esa puede ser una opción.

El pretexto para todos estos cambios fue la pandemia de covid-19 que tuvo un duro impacto, como en todos lados, en la economía del futbol mexicano. Fue entonces, 2020, que se decidió traer de vuelta el repechaje (que se había dejado de usar desde el Clausura 2008). Así habría más partidos, más dinero, antes de llegar a la verdadera Liguilla. El efecto deportivo fue inevitable. De por sí era cómodo para muchos equipos saber que les bastaba acabar entre los ocho primeros para salvar el torneo. Con doce cupos totales, todo empeoró. Ya han pasado tres años y, aunque se haya mutado de repechaje a Play-in, la mediocridad prevalece al seleccionar a los candidatos al títulos. Ya antes era excesivo y complaciente el formato de Liguilla. Ahora más que nunca.