A veces, los enfrentamientos más esperados cumplen con la narrativa que los aficionados y especialistas esperan: Canelo Álvarez derrotando a cuanto rival le ponen enfrente; Usain Bolt tomando la meta por delante de todos cada vez que corría los 100 metros planos; Serena Williams adueñándose de la mayoría de torneos durante su mejor época; Michael Phelps siempre subiendo al medallero después de salir de la alberca o Tom Brady ganando partidos con la última posesión del partido. Cuando los grandes saben lo que está en juego, encuentran la forma para hacer algo que nunca habían hecho y ganar.

Pero en la NFL, el espíritu de los resultados es indomable. Y no, no quiero justificar que en los pronósticos de la Semana 6 bajé mi rendimiento al acertar 10 resultados de 14 posibles. No todos los días son de home runs, si no pregúntenle a los Red Sox que después de anotar infinidad de carreras en los Juegos 3 y 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, el martes por la noche se enfriaron. No tanto como @Ivan_Pirron que en lugar de la carrera de picks, parece que está jugando el Ice Bowl desde hace tres semanas. No entra en calor y me deja el camino más libre que freeway en día de asueto.

Al ingresar a la Semana 7 de la NFL, la mitad de los equipos que la temporada pasada disputaron los Playoffs, están con promedio de .500 o menos. ¿Dónde está el pedigrí?

Es este punto de la temporada, donde la liga comienza a ser tan turbia pero dulce como una cerveza NEIPA.

La historia reciente demuestra que tener un récord de .500 o mejor después de la Semana 7 es un factor clave para ganar un viaje a la postemporada. Durante los últimos 10 años (2011-20), 122 equipos llegaron a la postemporada y 107 de ellos (87.7 por ciento) obtuvieron .500 o más durante las primeras siete semanas de la temporada de la NFL.

Para nadie es un secreto que al ser un deporte físico, en esta altura ya varios entrenadores empiezan a planificar los partidos tomando como referencia el estado de salud de sus jugadores que acumulan golpes y lesiones.

Aficionados frustrados y eufóricos es otro resultado de la temporada 2021 en donde hasta el momento el football gratis ha sido una tendencia que parece no pasará de moda como correr por las mañanas. 11 juegos se fueron a tiempo extra, la segunda mayor cantidad de todos los tiempos para las primeras seis semanas. Solo superada por 995 cuando 12 encuentros se extendieron.

¿Quieren una apuesta fácil?

La liga solo necesita un partido de tiempo extra este fin de semana para empatar el récord de la NFL durante el tramo más largo de las primeras semanas de temporada con al menos un juego de tiempo extra. Pongan su dinero a que este domingo habrá otro resultado que se defina en un quinto periodo.

En una increíble muestra de lo parejo que es la liga y por qué es tan difícil predecir el desenlace, hay que saber que 23 partidos fueron definidos por un touchdown o un field goal dentro del último minuto. Nunca antes la NFL tuvo un registro semejante. El último balón, es el balón del triunfo.

Es hora de pasar a la Semana 7

 JUEGO DE LA SEMANA

Bengals en Ravens (-6):

Partido por la cima del Norte de la AFC ¿Hay mucho más que decir? En realidad sí:

Baltimore pertenece al contingente de cuatro equipos que acumula cinco victorias en fila. Es la primera vez desde la parte final de la temporada 2018 que hay esta cantidad de organizaciones con esa racha. Los Bengals vienen de vencer a los Lions y ahora presumen marca de 4-2.

Es la segunda ocasión que se enfrentan Lamar Jackson y Joe Burrow, dos de los quarterbacks que pertenecen a la nueva generación que mantendrá el pulso del juego por varios años. La semana pasada, Jackson obtuvo la victoria número 35 de su carrera como titular y superó al miembro del Salón de la Fama, Dan Marino (34 victorias) en la mayor cantidad de triunfos para un quarterback antes de cumplir 25 años de edad.

Burrow y Ja´Marr Chase parecen una conexión veterana con 27 pases para 553 yardas y cinco touchdowns. Son una amenaza para cualquier defensiva y en Baltimore lo saben. En la victoria frente a los Lions, Burrow lanzó para 271 yardas con tres touchdowns y una intercepción mientras que Chase lideró con 97 yardas.

Si bien el año pasado los Ravens se combinaron para anotar 65 puntos contra seis el año pasado, saben que en 2021 esa estadística está difícil de que se repita. El defensive end de los Bengals, Trey Hendrickson tiene 19 sacks desde principios de 2020, solo TJ Watt y Myles Garrett tienen más en ese lapso con 20.

Cincinnati ha madurado de ambos lados del balón. Llevaron a los Packers a tiempos extra y estuvieron a punto de tomar la victoria si no fallaban el gol de campo. Con todo y el talento de Bengals, detener en estos momentos a Lamar, parece una tontería. Bengals 21-28 Ravens