Novak Djokovic se sentó en el programa 60 minutos de la cadena estadounidense CBS en la que repasó sus logros deportivos tras una temporada en la que ha logrado tres Grand Slams, entre otros campeonatos, la longevidad de su carrera y todos los problemas extradeportivos ocurridos tras la pandemia de COVID-19.

Djokovic destacó la importancia de la fortaleza mental a la hora de afrontar los partidos e hizo hincapié en la diferencia entre los grandes campeones y los que quieren llegar a serlo. “La fortaleza mental no es un regalo, es algo que se consigue con trabajo. En los momentos en los que estás bajo tensión, parece que estoy bloqueado, pero en realidad tengo una tormenta dentro. La mayor batalla es contigo mismo. Tienes tus dudas y tus miedos, y lo siento en cada partido. No me gusta la mentalidad que veo mucho en el deporte de cosas como ‘Piensa en cosas positivas, sé optimista, no hay sitio para el error y las dudas’. Eso es imposible, eres un ser humano. La diferencia entre los chicos que son capaces de estar entre los grandes campeones y aquellos que luchan por llegar a lo más alto es la habilidad de no permanecer en sus emociones durante mucho tiempo. Para mí es un periodo muy corto. Tan pronto como lo experimento, lo reconozco y quizás explote. Grito en la pista, que a veces me pasa. Pero entonces soy capaz de recuperarme y reiniciarme”.

Una frustración que Djokovic a veces ha manifestado rompiendo raquetas en la pista, algo de lo que afirma no sentirse orgulloso, pero que demuestra que no es perfecto. “No estoy orgulloso de eso, y siento vergüenza de mí mismo cuando lo hago, no tengo dudas. Pero a la vez me acepto como un ser humano imperfecto”.

El tenista de Belgrado también analizó cómo ha sido el hecho de afrontar partidos con el público en contra, algo que le ha sucedido la mayor parte de su carrera. “La cantidad de presión y estrés es mucho más alta si tienes al público en tu contra. La mayor parte de mi carrera me he enfrentado a ambientes hostiles. Aprendo cómo afrontar ese ambiente. La gente cree que en realidad es mejor si no les gusto, así eso me hace sacar mi mejor tenis. Pero a la vez disfruto más estando en un ambiente en el que tengo un mejor apoyo”.

Uno de los peores momentos de Djokovic tuvo lugar cuando no pudo competir en el Open de Australia 2022 por su negativa a vacunarse del coronavirus. “Tuve a todo el mundo en mi contra. Fui declarado como un villano del mundo. He tenido esta experiencia en pistas de tenis con público que quizá no me apoyaba, pero nunca había vivido eso en mi vida. No soy un antivacunas, tampoco un pro-vacunas, estoy a favor de la libertad de elegir”.

Djokovic también aprovechó para repasar uno de sus mejores momentos: la victoria ante Roger Federer en la final de Wimbledon 2019. “Gané a Federer en la final por 13-12 en el quinto set. Los sets que gané yo fueron todos en el tie-break. Si ves las estadísticas, él jugó mejor en todos los aspectos, pero gané el partido. Eso quiere decir que aún puedes ganar si eliges los momentos del partido en el que debes alcanzar tu punto máximo y jugar tu mejor tenis cuando sea necesario”.

‘Nole’ también contó una anécdota de cómo le intimidaba la actitud de Rafa Nadal antes de los partidos en Roland Garros y la importancia que tenía antes de cada encuentro. “Jugaba contra Nadal en Roland Garros y estaba su vestuario muy cerca del mío. Estábamos muy cerca. Intentábamos darnos espacio, pero los vestuarios no son muy grandes. Cuando ves saltar a Nadal antes de salir a la pista y le ves corriendo por el pasillo cerca de ti… Podía escuchar la música que sonaba en los auriculares de Nadal. Eso ya me enfadaba. Al principio de mi carrera no me di cuenta de que esto también formaba parte del escenario, así que me veía intimidado por ello. Pero también me motivaba hacer mis propias cosas y demostrar que estoy preparado para una batalla, para una guerra”.

Un Djokovic que también se considera un afortunado por el hecho de que sus hijos le hayan visto ganar en Wimbledon. “Hace unos años soñaba con que mi hija y mi hijo fueran capaces de verme ganar Wimbledon. Y eso ha pasado varias veces, Soy un afortunado por poder haber vivido eso”

El serbio también quiso aplaudir la irrupción de Carlos Alcaraz y cómo la victoria del español en la final de Wimbledon le picó para asaltar el US Open. “Alcaraz es el tenista más completo que he visto en años. La victoria de Alcaraz en Wimbledon me cabreo tanto que necesitaba hacer todo lo posible para ganar en suelo estadounidense, y lo hice. Es una gran oportunidad para mí reinventarme y golpear más fuerte de lo que nunca hice”.

Djokovic también habló del papel que quiere jugar en el tenis a través de su asociación, la PTPA, para ayudar a los tenistas de ranking más bajo y que atraviesan una delicada situación económica. “Tengo mucho más de lo que necesito. Pero las mujeres y los hombres que están en el puesto 200 o más abajo del ranking, ellos están luchando mucho. No pueden pagar a un entrenador o viajar y muchos de ellos no dejan el tenis porque no pueden hacerlo”.

Djokovic: “Nadal y Federer no son mis amigos, somos rivales”

En el avance previo a la entrevista, Djokovic analizó cómo ha vivido el hecho de compartir era con Nadal y Federer, provocando que el serbio sea el animal competitivo que es y, además, le ha permitido mejorar su juego y le ha impulsado a superarles. “Tengo un gran respeto por los dos, pero no somos amigos porque somos rivales, lo que dificulta que estemos cerca y compartamos intimidades de nuestras vidas que podrían ser utilizadas en nuestra contra. Hemos compartido escenario durante tantos años con gran respeto, así que espero que algún día, cuando se cierre el telón, podamos sentarnos, hablar y reflexionar, sería genial”, declaró el serbio.

Sin embargo, Djokovic no ve todavía un final a su carrera y sigue buscando superar los récords que aún no ha conseguido y poner el listón más alto en aquellos que ya son suyos. “Para mí es completamente normal tener sed de victorias. Ser honesto, ser auténtico y expresar lo que siento. Solo intento ser honesto conmigo mismo y con los demás y decir cuáles son mis metas y objetivos. Es así de sencillo”, añadió.

A sus 36 años, la retirada de Djokovic es un tema que se deja entrever en un futuro cercano, pero, a diferencia de Nadal y Federer, el serbio no ha arrastrado problemas físicos que le hayan lastrado en su carrera deportiva, aunque tiene claro el momento en el que pondrá punto final. “Cuando los jóvenes empiecen a patearme el culo significará que es el momento de reflexionar, pero por ahora no está sucediendo”, finalizó el actual número 1 del ranking ATP.