Como si de un viejo recuerdo se tratase, los Celtics se impusieron en el marcador y en la pista a unos Lakers que hicieron aguas. Los Lakers no levantan cabeza, cosechando una nueva derrota en un final de mes para el olvido donde apenas ha visto dos triunfos en los ocho encuentros disputados desde la final del In-Season Tournament. LeBron James fue la voz de la autocrítica en el Crypto.com Arena, asumiendo no estar en el mejor momento de la temporada y necesitar mejorar de cara al próximo año.

“Creo que los Celtics son los mejores de la liga hasta ahora. Minnesota no ha tenido problemas de lesiones. Oklahoma también está bien y además cuenta con Giddey. En Boston están increíble. No creo que estemos bien en este momento. No creo que estemos donde queremos estar para poder competir contra los mejores equipos, no hasta que mejoremos cada vez más. Seremos mejores. Todavía estamos intentando entender nuestra situación y cómo queremos seguir atacando cada partido”, sentenció ‘King’ James.

La noche de los Lakers fue para olvido. Del peor partido de ‘King’ en todo el año (16+9+8) a una nueva, y mejor, exhibición de Anthony Davies con los angelinos (40+13+4). La inconmensurable actuación de la ‘Ceja’ acabó en saco roto, cosechando una nueva derrota al hilo que hunde más a los angelinos en el abismo de la Conferencia Oeste. Las redes sociales se inundaron de mensajes a favor de una reestructuración de cara al próximo mercado, con LeBron, Davies y Reeves como el potencial ‘Big Three’ con el que volver a pelear por los puestos directos a los playoffs.

Porque ahora mismo los Lakers no se pueden considerar favoritos a nada. Las incorporaciones de verano trajeron vientos de esperanza a la meca del cine, pero con el paso de los partidos se ha visto que eran más las expectativas que la realidad. Si los Celtics y los Nuggets ocupan la pole como candidatos al anillo, los angelinos miran desde la distancia, mucho más allá del podio. Solo un milagro navideño prolongado podrá hacer que la franquicia vuelva a alzar el vuelo.