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El ascenso meteórico de Alcaraz

El 25 de julio de 2021 empezó todo. Un Carlos Alcaraz de 18 años levantaba al cielo de Umag (Croacia) su primer título ATP. El murciano se deshizo con facilidad (6-2 y 6-2) en la final de Richard Gasquet, todo un veterano del circuito y ex número 7 del mundo. Si bien es cierto que Umag era un torneo de categoría 250, el logro del murciano fue impresionante debido a su corta edad. Alcaraz inició en aquel momento una carrera repleta de éxitos cumpliendo con creces con las expectativas creadas a raíz de su increíble potencial. El de El Palmar ha vivido en 730 días una transformación total de su vida y ha visto cómo aquel niño que prometía se ha convertido en la mayor realidad del tenis actual.

2022: Un ascenso meteórico

Umag fue el primer paso, pero poco más de un año después, Carlitos había multiplicado por cinco su palmarés profesional. El primer título del año llegó en febrero en Río de Janeiro. Carlos superó a tenistas como Berretini, Fognini o Schwartzman para alzarse con su primer ATP 500. Poco después, Alcaraz subió otro escalón y consiguió por primera vez un Masters 1.000. Fue en Miami, allí se mostró al mundo y tan solo cedió un set en todo el torneo. Tsitsipas, o Ruud, entre otros, sucumbieron ante Carlitos. Tras su victoria en Miami, Carlos Alcaraz alcanzó el top 10 del ranking ATP, tan solo cuatro años después de su debut.

Después de vencer en Barcelona, Alcaraz se estableció entre los mejores tenistas del mundo en el Mutua Madrid Open. A sus 19 años consiguió una hazaña pocas veces vista en la historia del tenis, Alcaraz derrotó a Nadal (cuartos de final) y a Djokovic (semifinales) en el mismo torneo. Tras esta gesta, liquidó a Zverev en la final y logró el segundo Masters 1.000 de su carrera.

En agosto, su trayectoria entró en otra dimensión. Carlitos se presentó en el US Open como un posible candidato, pero no como favorito. De poco le valió esa etiqueta, puesto que, como todo lo que encuentra en su camino, lo pulverizó. Alcaraz fue pasando rondas y ganando partidos increíbles hasta confirmarse como el nuevo fenómeno ganando la final a Casper Ruud y convertirse en el número uno más joven de la historia del tenis. El mejor jugador del mundo.

2023: La consolidación de una estrella

Una lesión privó al murciano de participar en el Open de Australia y pelear por su segundo Grand Slam, sin embargo no mermó el nivel de Carlos en los próximos meses. El de El Palmar lograría el torneo de Buenos Aires, el Masters 1.000 de Indian Wells, el torneo de Barcelona y reeditaría el Mutua Madrid Open conseguido el año previo.

Su condición de número uno del mundo sí que le hizo favorito en el segundo Grand Slam del año, Roland Garros, pero por primera vez, Carlos no cumplió con las expectativas cayendo con Djokovic en la semifinal. Al murciano le pesó la presión y enfrentarse a una de las mayores leyendas del tenis, y debido a la tensión del momento los calambres no le dejaron desarrollar su juego.

La venganza con Djokovic no tardó mucho en llegar. La progresión a pasos agigantados de Carlitos le ha convertido también en todo un especialista en hierba. En Queen’s arrasó y llegó con plena confianza a Wimbledon. Partido tras partido, el palmareño iba aumentando su nivel y sin mayor esfuerzo alcanzó la penúltima rondaCarlos tiranizó a Medvedev y se citó con Djokovic en la gran final. Ganar a Djokovic, en Wimbledon… parecía imposible, pero Carlitos lo hizo. El murciano mostró por qué es una estrella del tenis: carácter, esfuerzo y mucho talento.

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