No hay un jugador más determinante para el éxito de los Astros en la postemporada que el derecho dominicano Cristian Javier, que fue casi imbatible en la postemporada del año pasado y llegó a esta campaña como una potencial sorpresa para aspirar al premio Cy Young en la Liga Americana.

No hay un jugador más determinante para el éxito de los Astros en la postemporada que el derecho dominicano Cristian Javier, que fue casi imbatible en la postemporada del año pasado y llegó a esta campaña como una potencial sorpresa para aspirar al premio Cy Young en la Liga Americana.

Javier estuvo a la altura de ese potencial en los dos primeros meses de la temporada, dejando récord de 7-1 con una EFE de 2.84 y un WHIP de 0.99 en sus 12 primeras salidas, que cubrieron 69.2 innings. El resto del verano fue una dura lucha para el quisqueyano, pero un sólido cierre de campaña, incluyendo seis entradas sin anotaciones en el último juego el domingo en Arizona, le da a los Astros la esperanza de que Javier haya reencontrado el éxito en el momento adecuado.

“Le he dicho a mucha gente en los últimos dos meses que estaba cerca”, dijo el coach de pitcheo de los Astros, Josh Miller. “Ha mostrado destellos de la versión 2022 de sí mismo. Simplemente no ha podido poner todo junto. Ciertamente terminó la temporada fuerte. Parece haber recuperado la forma de su recta, que es lo que hemos estado buscando todo el año, y eso es un buen augurio de cara a la postemporada”.

Javier puso una EFE de 3.05 y un WHIP de 1.06 en sus últimas cuatro aperturas de la temporada regular, incluyendo un juego de 11 ponches el 20 de septiembre contra los Orioles que empató su tope de la campaña. Es probable que sea parte de la rotación de playoffs detrás de Justin Verlander y su compatriota Framber Valdez, lo que significa que las esperanzas de los Astros en cualquier serie podrían depender significativamente de lo que haga Javier.

Javier no ha logrado tantos swings en blanco con su recta como hace típicamente cuando está bien. Su bola rápida, apodada la “Invisibol” – porque es difícil de seguir para los bateadores aunque sólo alcanza una media de 93 mph – ha sido más bateable este año. En general, su tasa de “whiffs” y de “K” han bajado y la de boletos ha subido con respecto al año pasado.

“Cuando consigue que hagan swing y fallen en la zona, o por encima de la zona, sabes que ese día será bueno”, contó Miller.

Las alarmas se encendieron para Javier en junio, cuando caminó cinco bateadores y permitió cuatro carreras en 2.1 innings en una victoria sobre los Mets. Cedió 14 rayitas y 17 imparables en 8.1 actos en sus dos siguientes salidas – ambas victorias porque los Astros anotaron un montón de carreras – y eso fue suficiente para que Miler y el cuerpo técnico empezaran a ver qué estaba pasando.

“Es como, OK, no está consiguiendo la cantidad de ponches que esperamos de él, ni los swings en blanco a los que realmente estamos acostumbrados”, explicó Miller. “La velocidad está bien, en un rango decente. Si nos fijamos en los cambios año tras año, hay algunas cosas sutiles que está haciendo de manera diferente con su forma de soltar la pelota, cuestión de tratar de alinear la mecánica de la parte inferior de su cuerpo un poco mejor. Ha sido capaz de hacerlo durante los dos últimos meses, pero no ha conseguido poner todo junto. Esperamos que veamos el paquete completo de ahora en adelante”.

También había que tener en cuenta otra cuestión: la carga de trabajo.

El año pasado, Javier lanzó 161.1 innings, la cifra más alta de su carrera, incluidos los playoffs, y luego tuvo que trabajar más a principios de la primavera para representar a la República Dominicana en el Clásico Mundial de Béisbol. Los Astros le dieron una extensión de contrato de cinco años y US$64 millones a comienzos del campamento de primavera que le podría mantener en Houston hasta la campaña 2027, asegurando no perder a su potencial as. 

Pero ahora no estaba lanzando como tal. Tenía una EFE de 7.27 y un WHIP de 1.63 en 13 presentaciones entre el 21 de junio y el 9 de septiembre. Los oponentes tenían un OPS de .881 ante él y había permitido 14 jonrones en ese lapso.

“Te quedas como rascándote la cabeza”, confesó Miller. “Está diciendo subjetivamente que se siente bien, que se siente fuerte, que se siente a tiempo… todas esas cosas. Es un poco frustrante tanto para él, como para nosotros. Empiezas a pensar en lo que está pasando y luego recuerdas la carga de trabajo del año pasado, lanzando en noviembre del año pasado, empezar temprano con el WBC este año, el contrato.

«Empiezas a preguntarte qué puede estar ocurriendo de forma diferente, quizá no físicamente, sino mentalmente, que esté causando esas diferencias. La verdad es que no había nada que sobresaliera, así que nos pusimos manos a la obra y seguimos trabajando y con suerte encontramos algo, y todo hace ‘click’ y cerrar fuerte sea algo importante para él”.

Miller dijo que Javier estaba frustrado con los resultados, aunque nunca se le notaba. Apodado «El Reptil» por su actitud fría, Javier no mostraba un sentido de urgencia, al menos exteriormente, que correspondiese a sus luchas internas. Pero Miller dice que se esforzó por mejorar.

“Es una buena cualidad la de no estar demasiado alto cuando las cosas van bien y no estar demasiado bajo cuando las cosas van mal, y ser capaz de trabajar entre salidas a pesar de todo”, comentó Miller.

¿Qué tan grande fue Javier en los playoffs del año pasado? Participó en tres juegos (dos como abridor ) y puso un récord de 2-0 con una EFE de 0.71, ponchando a 16 bateadores y permitiendo dos hits y una carrera en 12.2 innings. Lanzó seis entradas sin hit en un no-hitter combinado en el Juego 4 de la Serie Mundial en Filadelfia – el primer juego sin hit ni carrera en el Clásico Otoñal desde el juego perfecto de Don Larsen para los Yankees en 1956.

“Es un arma excelente contra cualquier alineación de Grandes Ligas si está bien”, reiteró Miller. “Tenerlo como esa pieza sólida y estable donde podríamos esperar que domine durante cinco entradas, un par de veces a través de la alineación, es algo bien grande y nos permite desplegar el bullpen y el pitcheo en general de una mejor manera. Creo que sería enorme si él pudiera dar un paso adelante y ser esa versión. También tenemos otras opciones que son buenas y que han lanzado en grandes partidos en el pasado”.